Saturday, November 19, 2011

Girls just wanna have fun...and do some live randori!

Las chicas sólo quieren divertirse…sorpresa, ¡es hora para randori en vivo!
Recibí una invitación sorpresa para cantar y bailar en un evento. La coreógrafa me explicó que sólo tendría dos ensayos con los bailarines antes de la presentación en sí. Desde diciembre de 2010 (hace 11 meses) no he pisado escenario para cantar en vivo, así que no iba a perderme esta oportunidad para divertirme, ¡entonces le dije sí!
Así que el martes voy al estudio para ensayar y de verdad me sentí como regreso al futuro. Veo todos estos bailarines de hiphop increíblemente delgados y jóvenes junto con bailarinas de ballet increíblemente delgadas y jóvenes, y entonces me acuerdo que hace tiempo yo también era increíblemente delgada y joven, y mi vida consistía en hacer clase de ballet o danza en las mañanas, un descanso al mediodía para un almuerzo veloz, y luego ensayos en las tardes. Entonces dependiendo del día y del trabajo, o grabábamos un programa de TV o hacíamos concierto en vivo en algún lugar, casi siempre descalza o montada sobre tacones de 4 pulgadas…
De todos modos, regreso al presente…el miércoles la coreógrafa me dice que el ensayo será en el sitio del evento, mientras los obreros construyen el escenario, martillando clavos y organizando los accesorios, nosotros estaríamos bailando con la música en medio de los martillazos, silbidos y zumbidos de las máquinas para poner en marcha la magia.
Es jueves. Día de la presentación. Voy a la oficina en la mañana para hacer mis tareas. Pido la tarde libre. Voy a casa, almuerzo, una siesta, y me despierto al bip a las 3pm de un texto diciéndome que “el cliente de verdad le gustó como cantas y se preguntaba ¿si podrías quizás agregar dos canciones más para cantar en vivo esta noche?” Me río (¡recórcholis, batman! ¡Tengo 5 horas para hacer esto!) Pienso, trato de acordarme qué otras dos canciones serían apropiadas para este tipo de evento: lanzamiento de una marca de vino francés…hmmm…sigo pensando…¡bombillo! Algo francés, vino, diversión: bajo las versiones kareoke de Christina Aguilera Lady Marmalade/Moulin Rouge y Girls Just Wanna Have Fun de mi cantante preferida de todos los tiempos, Cindi Lauper. Christina+Cindi, ¡perfecta combinación para una velada de degustación de vinos franceses!
Entonces me voy hasta el sitio del evento, un hotel recién estrenado muy de lujo de glitz y costoso (por supuesto). Lo que me da más risa es que está justo en frente de donde trabajo de día. Entonces aquí estoy haciendo mi “pasatiempo”: tengo los audífonos puestos, haciendo la tarea, repitiendo las canciones una y otra vez. Repaso las imágenes en mi cabeza de cómo las voy a interpretar. Ensayo sólo 3 veces con el ballet en el escenario. El programa de luces, el sonido, la multimedia, las máquinas de humo y de fuego están listas. Yo estoy lista. La coreógrafa me trae el vestido que me pondré…y luego me muestra La Peluca.
Tengo que ponerme una peluca larga y rubia. Trato de imaginarme cómo la audiencia me va a ver: esta asiática pequeñita con una peluca larga y rubia, y un vestido fantabuloso y negro y brillante con tacones plateados, cantando a plena voz en inglés y diciendo algunas palabras de bienvenue en français al público, y un adiós y gracias en español. Oh sí, va a ser bueno, ¡y esta chica sólo quiere divertirse!
¡Y sí que me divertí! Me sentí tan relajada y totalmente disfruté cada minuto. Es así: entrenas y entrenas y repites y repites por años y años. Vas a clase y sudas. Te levantas el siguiente día y entrenas. Tienes miles de presentaciones y acumulas todo tipo de experiencias, pisas escenarios que van desde cemento con grietas hasta linóleo liso y perfecto. Vuelas, te ríes y lloras, tienes momentos de nirvana (si eres bailarín o cantante o artista de escena o de artes marciales, sabrás de lo que me refiero) … y entonces llegas a cierta edad cuando “cuelgas tus zapatos de bailar”, pero la danza y el canto y el arte y la necesidad de expresarte sigue estando en ti. Y de repente de sorpresa, te dan el chance de actuar de nuevo, y todo está bien porque estuviste y siempre estarás preparada. Sí, ¡las 10 millones de repeticiones tienen un propósito!
Y esto, mi querido lector, es EXÁCTAMENTE IGUAL para Aikido o cualquier arte marcial que practicas. Aun cuando la comparación no es perfecta porque randori no es una presentación, todavía requiere el mismo nivel de práctica intensa para llegar a un punto de fluidez y libertad y felicidad. Es la imperfección perfecta porque es 100% en vivo. Entrenas por años, sudas, vas a clase, vives por todos los altibajos rigurosos del cuerpo y el espíritu que se van conociendo mejor a través de la repetición, unas cuantas lesiones, y mucho amor y persistencia, y de la nada, la vida te llama para hacer randori real. Randori en vivo. Para diversión y para la vida. Y lo haces y todo está bien y se siente bien. Sólo dura unos cuantos minutos pero hace un mundo de diferencia en tu alma. Te has expresado completamente y mientras lo haces, otras personas también han participado en esta alegría.
Y ésta es la razón por la cual cada día me siento tan agradecida. Y ésta es la razón por la cual cada día hago una o todas estas cosas que me hacen sentir más feliz: suburi (Iaido), yoga, natación, Aikido, danza, y por ahora… ¡cantar mis canciones favoritas bajo la ducha! …sabes…por si acaso me vuelven a llamar de sorpresa de parte de un coreógrafo o productora ¡para cantar y bailar en vivo! Con amor…
http://www.youtube.com/watch?v=8ym8EoNL42I
Girls just wanna have fun…surprise, it’s time for some live randori!
I received a surprise invitation to sing and dance in an event. The choreographer explained to me that I would only have two rehearsals with the dancers before the actual show. Since December 2010 (11 months ago) I haven’t stepped on a stage to sing live, so I wasn’t going to miss out on this opportunity to have fun, so I said yes!!!!
So on Tuesday I go to the dance studio to rehearse and I really felt like it was back to the future. I see all these incredibly skinny and young hiphop dancers alongside other incredibly skinny and young ballet dancers, and then I remembered way back when I was an incredibly skinny and young jazz dancer and my life consisted of doing ballet or modern dance class in the morning, a midday break for quick lunch then rehearsals in the afternoon. Then depending on the day and what job, we’d be either taping a TV show or performing live somewhere, almost always either barefoot or on top of 4 inch heels...
Anyway, back to the present… on Wednesday the choreographer tells me that the rehearsal will be at the event site, while workers set up the stage, pounding nails and sorting out props, we’d be dancing to the music in the midst of hammering and whizzing and zooming of machines to get the magic going.
Thursday. Show day. I go to the office and do my office thing. I ask for the afternoon off. I go home, I lunch, I nap, and I awaken to the beep at 3pm of a text message telling me that “the client really likes your singing and was wondering if you could maybe add two more songs to sing live tonight?” I laugh (Holy crap!!! I have 5 hours to do this!!!), I think, I try remembering which other two songs could be appropriate for this kind of event: launching a brand of fine French wine…hmmm… keep thinking… light bulbs! French, wine, fun: I download the karaoke versions of Christina Aguilera’s Lady Marmalade/Moulin Rouge and Girls Just Wanna Have Fun from my all-time favorite Cindi Lauper. Christina+Cindi, perfect for an evening of fine French wine tasting fun!
So I go over to the event site, a brand new hotel which is very high-end and glitzy and expensive (of course). What makes things even funnier is that it is right across the street from where I have my day job. And so here I am doing my “hobby”: I’ve got my earphones in, doing the homework, repeating the songs over and over. I go through the images in my head of how to perform them. I actually rehearse with the dancers only 3 times on stage. The lighting program, the sound, the multimedia, the smoke machines and fire machines are ready. And I’m ready. The choreographer brings in the dress I’m going to wear…and then shows me The Wig.
I have to wear a long, blonde wig. I try imagining how the audience will see me: this petite Asian with a long blonde wig and a fantabulous black shimmering gown with silver high heels singing her lungs out in English, saying a few bienvenue words in French to the public and adios y gracias en Español. Oh yeah, it’s gonna be great, and this girl just wants to have fun!!!
And I did have fun! I was so relaxed and totally enjoying every minute of it! It felt like this: you train and train and repeat and repeat for years and years. You go to class and sweat. You get up the next day and train. You have thousands of performances and accumulate all kinds of experience, you step on stages ranging from cracked cement floors to linoleum perfection of smoothness. You fly, you laugh and cry, you have nirvana moments (if you are a dancer or singer or performer or any type martial artist, you understand what I mean) … and then you get to a certain age when you “hang up your dance shoes” but the dance and the song and the art and the need to express yourself will always remain in you. And then out of the blue, you get to perform again, and all is good because you were and are always ready. Yes, the 10 million repetitions do have a purpose!
And this, my friendly reader, is EXACTLY THE SAME for Aikido or any martial art you practice. Even if the comparison is not perfect, because randori is not a performance, it still requires the same degree intense practice to reach a point of fluidity freedom and happiness. It is the imperfection within perfection because it is 100% live. You train for years, you sweat, you go to class, you go through all the rigourous ups and downs of the body and spirit getting to know each other better through repetition, a few injuries and a lot of love and persistence, and then out of the blue, life calls you to do the real randori. Live randori. For fun and for life. And you do it and it is all good and it feels good. It lasts only a few minutes but it makes a world of difference in your soul. You have expressed yourself wholly and while doing that, other people have also participate in this happiness.
And this is why each day I feel so grateful. And this is why each day I either do one or all of the things that make me most happy: suburi (Iaido), yoga, swimming, Aikido, dance, and for now… singing any favorite song under the shower!!! ….you know…just in case I get another surprise call from a choreographer or producer to sing and dance live! With love… http://www.youtube.com/watch?v=GqHnQqYlGRo&feature=related